miércoles, 13 de mayo de 2015

Despierta en Shanghai


"Despierta en Shanghai"
Monotipo
Julia Lasagabaster

No sé qué me hizo despertar en medio de la noche. Me encontraba en una impresionante cama de matrimonio en la habitación de un lujoso hotel de Shanghai. Abrí los ojos. Tras el elegante escritorio se abría un enorme ventanal. Los rascacielos de colorines iluminaban la estancia. No habíamos echado las cortinas. Era un piso alto con unas magníficas vistas sobre el Bund y los muelles del río Huangpu. Intenté volver a dormirme pero me resultó imposible. Al día siguiente volábamos a Xi´an para visitar la tumba del emperador Jing Di y su fabuloso ejercito de guerreros de terracota. Era algo maravilloso, una ilusión hecha realidad, por eso no comprendía qué me estaba pasando, por qué sentía esa turbadora desolación en vez de la emoción que debía de sentir ante una perspectiva semejante.

Me incorporé. Mi marido estaba sumido en un profundo sueño. Pensé: nada puede despertarle, ni nadie. Está durmiendo a años luz de mí.

Estábamos en China, pero yo me sentía en otro lugar, muchísimo más lejos.

Pensé en vestirme y recorrer sola el hotel, como Scarlett Johansson en "Lost in traslation", llegar al bar del restaurante y beber un gin tonic, sentir sobre mí la mirada de un desconocido e imaginarme que era otra persona y que vivía otra vida. Pero no lo hice. Los personajes reales somos más tímidos que los personajes de ficción. Me limité a levantarme de la cama, ponerme la bata y sentarme en un sillón junto al ventanal, admirando la belleza de las embarcaciones que surcaban sin descanso el Huangpu.

Julia Lasagabaster




2 comentarios:

  1. Evocador y lleno de emoción. En cuanto al bello momento final.... esa gata admirando el paisaje.... tendrá que elegir un día entre la timidez impuesta por las circunstancias y ese ethos salvaje que vive en todo felino....
    Zorionak

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  2. Entre lo medido y lo salvaje hay un salto felino. Y en medio, la insoportable levedad del ser.
    Tu comentario me ha hecho mucha ilusión, Carlos, mi fiel amigo, muchísima.

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