martes, 19 de mayo de 2015

Cuaderno de otoño

En plena primavera publico estos haikus del cuaderno de otoño de 2014. Ando un poco alborotada con las estaciones. Se me mezclan los cuadernos. Se confunden las hojas con las flores. Pero ya está bien. Y me digo: estás en otra estación, anda, sitúate. Que ya habrá pasado para cuando te des cuenta. Quiero que termine el invierno, dejar atrás lo que duele y llegar por fin al verano.




Qué fragante silencio
sobre la alfombra amarilla
de otoño

Flotan las ramas
en el aire espeso
bajo la última luz

Viene y se enreda
ese tierno recuerdo
y la raíz aflora

Se seca la tarde
las nubes disueltas
en el nebuloso azul

Pasa la bicicleta
Tan cerca de pronto
Te roza lo inesperado






El agua con su quietud
fluyendo a la vez
Una mirada

El camino pasa
al borde del río
Los pasos quedan

No se cuentan
Los reflejos de luz
se sienten

Escapan fugaces
Escurridizos resbalan
Los peces plateados

El río está brillando
En esta nueva mañana
tengo ganas de cambiar

En el espejo del puente
observo mis pasos
Atravesada la noche

Todas las estaciones
pasan
por el puente de cristal

En este otoño
es tiempo de dejar caer
las hojas muertas

La lluvia
es el agua pura
El sol el fuego dulce





Es tiempo de completarme
Arrojo la amargura
¡Fuera de mí!





Una luz en la noche
solitaria
llama de otoño

La flor es fugaz
El agua se seca
La belleza permanece






Tu nombre
es de bosque
Salvaje y extraño






Roza la piel
Tu espina
una perla roja

La mañana es fría
El otoño avanza
con su paso dorado

La habitación está tibia
Tras el cristal
El frío

Ella espera abierta
Aguarda
Él no viene





Están cayendo
las últimas hojas amarillas
sueños que vuelan

El viento se levanta
Entre las negras ramas
una lluvia dorada

Se acercan esos días
que ya no son cálidos
Los pájaros siguen





Haikus escritos de octubre a diciembre de 2014
Dibujos a pluma, aguada y acuarela

Julia Lasagabaster


viernes, 15 de mayo de 2015

La canción del mar


Es preciosa.
No sólo por sus encantadores dibujos y sus maravillosos paisajes de colores. También por su evocadora historia, su fantasía, su poesía. Por los recuerdos de mis cuentos de niña y por la ingenuidad que no se perdió. Por las penas, tan amargas y difíciles de llevar, pero tan necesarias para aprender y para encontrar la verdad. Por los sentimientos a los que nunca deberíamos dar la espalda. Por el miedo que tenemos que superar. Por la caracola que canta. Por lo más auténtico de la vida y por la belleza.
Verla.


Julia Lasagabaster


Imágenes de la película de animación nominada al Oscar "La canción del mar" del director irlandés Tomm Moore.
Fotos tomadas de internet.
Textos: Julia Lasagabaster.


Esta caracola canta




Oyendo la canción del mar




Aquí está mi luz





Soy del mar





La puerta a otro mundo mágico





Dejo el miedo y entro en el pasadizo secreto





Seguiré





Juntos atravesaremos el bosque






Y te salvaré





miércoles, 13 de mayo de 2015

Despierta en Shanghai


"Despierta en Shanghai"
Monotipo
Julia Lasagabaster

No sé qué me hizo despertar en medio de la noche. Me encontraba en una impresionante cama de matrimonio en la habitación de un lujoso hotel de Shanghai. Abrí los ojos. Tras el elegante escritorio se abría un enorme ventanal. Los rascacielos de colorines iluminaban la estancia. No habíamos echado las cortinas. Era un piso alto con unas magníficas vistas sobre el Bund y los muelles del río Huangpu. Intenté volver a dormirme pero me resultó imposible. Al día siguiente volábamos a Xi´an para visitar la tumba del emperador Jing Di y su fabuloso ejercito de guerreros de terracota. Era algo maravilloso, una ilusión hecha realidad, por eso no comprendía qué me estaba pasando, por qué sentía esa turbadora desolación en vez de la emoción que debía de sentir ante una perspectiva semejante.

Me incorporé. Mi marido estaba sumido en un profundo sueño. Pensé: nada puede despertarle, ni nadie. Está durmiendo a años luz de mí.

Estábamos en China, pero yo me sentía en otro lugar, muchísimo más lejos.

Pensé en vestirme y recorrer sola el hotel, como Scarlett Johansson en "Lost in traslation", llegar al bar del restaurante y beber un gin tonic, sentir sobre mí la mirada de un desconocido e imaginarme que era otra persona y que vivía otra vida. Pero no lo hice. Los personajes reales somos más tímidos que los personajes de ficción. Me limité a levantarme de la cama, ponerme la bata y sentarme en un sillón junto al ventanal, admirando la belleza de las embarcaciones que surcaban sin descanso el Huangpu.

Julia Lasagabaster